17 de octubre de 2007

Savielly Tartakower, un ajedrecista singular

Savielly Grigorievich Tartakower nació el 21 de febrero de 1887 en Rostov (Polonia), cuando la dominaba el imperio ruso. Su infancia fue un poco paradójica: nació en Polonia, pero no hablaba polaco, sino ruso; sus padres eran judíos, pero le bautizaron al catolicismo nada más nacer. A los dieciséis años dejó Rusia y se instaló en la parte francófona de Suiza, trasladándose en 1904 a Viena, en donde comenzó la carrera de Leyes. En esta ciudad jugaba en el célebre Wiener Schachklub, el club más grande y distinguido de Viena: tenía más de 700 socios y en él jugaban la flor y nata de la burguesía y nobleza vienesa. Antes de la Primera Guerra Mundial participó en algunos torneos importantes, como el de Carlsbad (1907), pero aún no estaba considerado como maestro integrante de la élite del ajedrez, a pesar de obtener la segunda posición en el torneo "Gambito" Baden (1914), detrás de Spielmann, y ganar algún premio de belleza.
Durante la Primera Guerra Mundial sirvió en el ejército austriaco con el grado de teniente, luchando en el frente ruso en donde hizo gala de una gran valentía pues muchas veces se fue voluntario a las misiones más arriesgadas. Al acabar la guerra, Tartakower se convirtió en un jugador profesional y, al igual que Janowsky, fue un gran jugador de ajedrez... y de los casinos: siempre estaba lleno de deudas. En los años 20, se nacionalizó ucraniano y después polaco, aunque residía en Francia.
Luego de una corta estadía en Argentina decidió retornar a Europa. Arribó a Francia poco antes del colapso a manos alemanas en 1940. Bajo el falso apellido Cartier se unió a las fuerzas del general Charles de Gaulle. Luego de la Segunda GuerraMundial y el ascenso del poder comunista en Polonia, Tartakower adoptó la ciudadanía francesa. Representó a este país en las olimpíadas de ajedrez de 1950. La FIDE instituyó el sistema de títulos oficiales ese mismo año; Tartakower estuvo en el primer grupo de jugadores en recibir el honor de Gran Maestro Internacional.
Tartakower fue un hombre muy culto: se doctoró en Leyes en Viena y traducía poesía rusa al alemán y al francés, además de escribir guiones para películas. Tenía una mentalidad lúcida, abierta y, ciertamente, genial. Fue un gran innovador en su época y, de hecho, fue el que inventó el término hipermodernismo. Fue un Gran Maestro muy original, pues intentó rejuvenecer viejas aperturas que habían caído en desuso por la influencia de la escuela clásica de Tarrasch, sobre todo la Defensa Holandesa e inventó un sistema de Peón de Dama con fianchetto del Alfil de Rey que originó la Apertura Catalana, la que dio a conocer a nivel magistral en el torneo internacional de Barcelona de 1929.
Escribió muchos libros de ajedrez, como "La partida hipermoderna de ajedrez", "Ajedrez metódico", "Ajedrez neorromántico", "Estrategia moderna en ajedrez" o una antología de sus partidas, "Mis mejores partidas (1905-1931)" y "Mis mejores partidas (1931-1954)". También escribió para muchas revistas de la época.
Sus mejores resultados, teniendo en cuenta solamente los principales torneos internacionales, fueron los siguientes: campeón en Viena (1923), Hastings (1924/5, 1926/7, 1927/8, 1945/6), Gante (1926), Niendorf (1927), Londres (1927), París (1929), Niza (1930), Lieja (1930), Varsovia (1935) y Venecia (1940). Subcampeón en Baden (1914), La Haya (1921), Viena (1922), Kecsckemet (1927) y Barcelona (1929).
También, al final de su vida, fue en dos ocasiones campeón de Francia.
En cuanto a competiciones por equipos, su mayor éxito fue el primer lugar que ocupó
defendiendo a su país de origen (Polonia) en el Torneo de las Naciones de Hamburgo de 1930, jugando en el segundo tablero detrás del genial Rubinstein.
En total, Tartakower disputó 1750 partidas de las que ganó 731, empató 757 y perdió 262, obteniendo el 63,4% de efectividad. Murió en París el 5 de febrero de 1956.